Mi aventura con los jabones tuvo su inicio cuando por equivocación me apunté a un curso, ya que estaba allí y lo había pagado me dije que todo era aprender.Supe de texturas de trama, de ph, saponificación, espumosidad etc, palabras que nunca había aplicado en ese contexto.
Aunque sin bien nos enseñaron el cómo aplicar esencias y añadir cualidades al jabón, no se indagó mucho en ello, el curso se centró casi en su totalidad en el hecho practico de producción de jabón.
Soy sanitaria y siempre he pensado que las personas debemos tomar parte activa en nuestra salud y es por eso que uní mi forma de pensar y aquello que había aprendido nuevo,indagando sobre los beneficios de las plantas e insumos naturales y aplicarlo a los jabones.a medida que iba aprendiendo de para qué sirve y qué cualidades tienen esta planta u otra, me iba enamorando más de lo que descubría. Me maravillaba de la sabiduría y gratuidad de la naturaleza por los tantos recursos que pone a disposición de todos y que con tan solo un vistazo y alargar la mano,tantos beneficios produce en nuestro organismo y por ende a nuestra piel. Y lo mejor de todo era que esa información estaba a mi alcance por medio del saber de nuestros mayores, el armario de los cosméticos de antes eran los patios en donde nunca faltaba,remedios anti-inflamatorios como el romeros,tónicos como el tomillo,anti bacterianos como la manzanilla, el comodín mágico como es el aloe vera y un largo etc.
En mis jabones he hecho el intento de sincrétizar la acción terapéutica tradicional con el mero acto de higiene añadiendo al jabón esencias, oléatos artesanales e insumos que añaden cualidades que se refuercezan o complementan,así por ejemplo uní la acción exfoliante de la sal, con el jugo de limón que además de tonificar cierra los poros, y la acción anti-fecciosa de la cúrcuma, es por eso que este se recomienda a pieles grasas y con acné moderado.
En lo personal puedo decir que desde que comencé hace dos años, no uso otro tipo de jabones en mi piel que los que hago, los alterno y siempre tengo en mi ducha dos o tres clases de ellos, y os aseguro que mi piel esta tersa, hidratada, y con cierto brillo que antes no tenía.
En resumen os cuento, que es bueno usar productos naturales de uso cotidiano, que usados de forma constante y continuada sus efectos dan resultados y son visibles no sólo a nuestros ojos, sino también a los ajenos, y lo que es más importante,dotamos a nuestro organismo en este caso a nuestra piel de los recursos necesarios para que se erija en un organismo sano y preparado para afrontar las agresiones a la que cada día lo exponemos.
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